Sanación del útero y el linaje con Meditaciones.

17.10.2021

Meditaciones y Visualizaciones. 

Lo ideal es combinar estos trabajos con la respiración ovárica, que consiste en mover la energía sexual y elevarla desde nuestro 1er y 2º chakra, hasta el del corazón, Anahata.

Y, por otra parte, está muy relacionado con el uso del Yoni Egg. De hecho, cuando se utilizan estos cristales, se combinan estas tres herramientas:

Yoni Egg + Respiración Ovárica + Meditaciones

Te recomiendo que realices estas meditaciones en la cama, antes de irte a dormir. Puedes usar tu huevo vaginal o no. Lo que si haremos, será empezar a conectar con nuestro cuerpo, en concreto con la zona del tándem, del hara, del dantian inferior, de tu centro de poder, mediante la respiración ovárica (también conocida como tántrica o uterina). 

Siente como la respiración te lleva a un estado de mayor conexión contigo. Siente tus manos sobre tu vientre y visualiza esa zona llena de luz sanadora. Si tu útero u otro de tus órganos ya no están contigo, tú vas a llenar es espacio de luz igual, limpiando energéticamente la zona y también esa herida emocional.

Escucha a tu cuerpo. ¿Qué mensajes tiene para ti, qué pensamientos y emociones afloran? Déjate sentir, llora si así se da y, sobre todo, date mucho amor, abraza y honra tu vulnerabilidad, porque es algo muy hermoso. 

Permite que, a través de la respiración ovárica, suba toda esa energía que alberga tu útero hasta tu corazón, que seguro tiene sabias y sanadoras palabras para ti. Tal vez lleguen emociones o heridas que no te pertenecen, que provienen de tu linaje. Algunas ya las conocerás o otras te serán desveladas durante esta meditación. Al hacer estos trabajos, nuestro nivel de consciencia se eleva y podemos acceder a esas memorias desde una mayor comprensión y claridad. Se abre una puerta, un diálogo, entre tu linaje y tú cuando conectas con tu Ser Superior con ese propósito. 


Sanación del linaje

La sanción del linaje la puedes abarcar desde muchos ángulos. Puede que quieras sanar la relación con tu padre, tu madre o ambos. O quizá con todas tus ancestras y dejar de repetir patrones transgeneracionales. Sanarte a ti y a ellas de heridas muy profundas como abusos, rechazos o abandonos, para volver a conectar con todo vuestro poder. 

O igual hay un ser no-nato, que necesita ser reconocido, amado y tú necesitas darle unas palabras de amor, otorgarle su lugar en la familia, junto a tus ancestros y poder visualizarlos a todos juntos. Este es un tema muy bonito, que yo personalmente me he trabajado, así que subiré un post más adelante hablando de este proceso tan sanador y tan necesario para todas las partes implicadas. 

Quiero matizar, que cuando digo sanar la relación, no me refiero necesariamente a que la relación con esas figuras, en el caso de estar en vida, cambie. Esto quizá no sea posible, por muchos motivos, pero tú si vas a soltar la carga que arrastras. Los trabajos de sanación, lo que consiguen es que TÚ te liberes de cualquier creencia o herida que te bloquee. Que puedas amarte plenamente, soltando miedo, dolor, rencor y liberar también a la otra parte, desde un punto de vista emocional y energético. 

En este primer post, voy a abarcar el tema de una forma genérica, dando algunos detalles sobre una meditación que ayuda a trabajar la culpa (ya sea por que la cargues tú o se la coloques a otro). 

Para abrir estos procesos, es muy reconfortante sentir el apoyo de un/a terapeuta. Si te apatece que te acompañe, no dudes en ponerte en contacto conmigo.  

Para cualquier sanación del linaje, considero esencial primero reconocer, cuidar y amar a tu niño/a herida/a. 

Tu niño/a interior, convive contigo, sois un equipo. Por eso, el trabajo de crecimiento personal debéis hacerlo de la mano. Esta personita te va a enseñar muchísimo si aprendes a escucharla. Te habla cuando se abre alguna herida de la infancia. O mejor, dicho, el recuerdo de la vivencia que tuviste cuando eras un/a niño/a, frágil y dependiente. 

Si tenemos en cuenta que se trata de una percepción subjetiva de un infante y, a día de hoy, ya pasó a ser el recuerdo de eso, te darás cuenta de lo distorsionado que puede estar.

Tu niño/a es esa parte más vulnerable de ti, que necesita ser atendida por tu yo adulto/a. Tú le ayudaras a liberarse de sus miedos y él/ella te enseñará a amar y perdonar. 

Ahora eres una persona sabia, empática, que entiende las mochilas que podemos arrastrar los adultos. Y aún más hace una o dos generaciones, donde no había tanta conciencia en trabajar la inteligencia emocional. Cada uno hace su camino lo mejor que puede dentro de sus recursos y sus capacidades. Y, si sientes que no fuiste amado/a como merecías, probablemente tus progenitores tampoco y su herida les condicionaba.

Haz este proceso sin victimismos, empoderándote, liberándote. Desde el amor, la compasión, la autoestima y dándote todo el amor y la atención que necesitas. Y así, podrás dejar de vivir desde la carencia, el miedo, el rencor y liberarte a ti y a tu linaje de todas sus heridas.


La culpa y el perdón

Cuando comprendes que todos somos niños heridos, inclusive tus padres y que no siempre se tienen herramientas para sanarlo, trabajando el amor propio y, por lo tanto, la capacidad de amar a los demás, te resulta mucho más fácil no ver culpables ni víctimas y estás preparado/a para perdonar y soltar. 

Cuando haces estas meditaciones conectando con todo esto, consigues libérales de la culpa, libérate tú y soltar cualquier creencia de tu subconsciente que te lleva pensar que no eres merecedor/a de amor. 

Tú y todo tu linaje sois, en esencia, seres de amor, de luz. Puedes visualizar esas almas, esos niños y niñas, puros, todos de la mano, con su figura adulta detrás, cuidándolos. Y todos juntos, os acompañáis en este trabajo de unión, de crecimiento, de comprensión, de amor incondicional. Libérate y libéralos a todos/as, de sus miedos, sus heridas, bañándolos a todo/as de una luz amorosa. Siente ese amor puro que inunda todo y respira profundo,